jueves, 29 de julio de 2010

Cuando uno no cuenta las horas

Siento un extraño chillido en mi cabeza. A veces desearía que fuera sólo la lluvia golpeando gota a gota contra ella. Sin embargo, es un mareo, que empieza a acompañar a mi vista, como cuando estás cansado y no querés parar. Lo peor es esa sensación de "esto lo hice ayer" y ver que ese ayer fue hace más de un año. Como la idea trunca de este blog: plantear respuestas a mis preguntas. Qué fácil sería la vida. ¿Filosofar por que sí? ¿Olvidar o recordar? Cuando uno no cuenta las horas no queda preso por los minutos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Olvidar nunca! La memoria es un ejercicio indispensable. Abrazo fuerte!